La situación de la sanidad en Ceuta y Melilla ha sido objeto de atención en el Parlamento Europeo, donde la eurodiputada de Vox, Margarita de la Pisa, ha denunciado lo que considera una «asfixia» por parte del gobierno español, liderado por Pedro Sánchez. En su intervención, De la Pisa ha resaltado que vivir en estas ciudades autónomas implica un riesgo constante para la salud de sus habitantes, debido a la falta de recursos y personal médico adecuado.
Uno de los puntos más críticos que ha señalado Vox es la gestión sanitaria de Ceuta y Melilla, que, a diferencia de otras comunidades autónomas, está bajo la supervisión directa del gobierno central. Esto ha llevado a la eurodiputada a afirmar que el ejecutivo ha abandonado a los ciudadanos de estas ciudades, lo que se traduce en una serie de deficiencias alarmantes en el sistema de salud.
Entre las cifras que ha presentado, destaca la preocupante relación de un oncólogo para atender a 85,000 personas. Esta situación ha llevado a que muchos pacientes con condiciones graves, como ictus o partos prematuros, deban ser trasladados en helicóptero a la península para recibir atención médica, siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan.
La carga de trabajo para los médicos también es un tema de preocupación. De la Pisa ha mencionado que muchos profesionales de la salud están trabajando más de 48 horas semanales, y que se les obliga a realizar guardias, incluso a aquellos mayores de 55 años, sin recibir compensación adecuada. Esta situación no solo afecta la calidad de atención que pueden ofrecer, sino que también pone en riesgo su bienestar físico y mental.
Vox ha criticado la inversión que se destina a la sanidad en estas ciudades, argumentando que es insuficiente y mal gestionada. La formación política ha señalado que se compran equipos médicos que no cuentan con especialistas capacitados para utilizarlos, lo que agrava aún más la crisis sanitaria.
La denuncia de Vox no es un caso aislado. Recientemente, los colegios de médicos de Ceuta y Melilla han expresado su preocupación por las condiciones laborales de los profesionales de la salud en estas ciudades. Han solicitado que se respeten las normativas europeas sobre la ordenación del tiempo de trabajo y el derecho a la salud, así como a condiciones laborales dignas. La escasez de recursos, tanto humanos como materiales, ha llevado a los médicos a calificar la situación como «grave», incluso hablando de una posible vulneración de derechos fundamentales.
En respuesta a estas críticas, la directora general de Ingesa, Isabel Muñoz, realizó una visita a Ceuta para abordar la situación. Durante su intervención, defendió que las cifras son positivas y que se ha logrado recuperar parte del personal médico que había faltado. Muñoz destacó que no solo se ha mantenido el número de médicos, sino que ha aumentado, lo que contradice las afirmaciones de Vox y otros críticos.
Sin embargo, la percepción de los profesionales de la salud en el terreno parece ser diferente. Muchos médicos continúan denunciando la falta de recursos y la presión laboral a la que están sometidos, lo que ha llevado a un clima de descontento en el sector. La delegada del Gobierno, Cristina Pérez, también ha defendido la inversión realizada en el ámbito sanitario, aunque las críticas persisten.
La situación en Ceuta y Melilla pone de manifiesto la necesidad de un debate más profundo sobre la gestión de la sanidad en estas ciudades, así como la importancia de garantizar que los derechos de los ciudadanos sean respetados. La atención médica adecuada es un derecho fundamental, y la falta de recursos y personal capacitado puede tener consecuencias graves para la salud de los habitantes de estas comunidades.
La denuncia de Vox en el Parlamento Europeo es un llamado de atención que podría abrir la puerta a un análisis más exhaustivo de la situación sanitaria en Ceuta y Melilla, y la necesidad de una respuesta efectiva por parte del gobierno español para abordar esta crisis.