La relación entre México y Estados Unidos se encuentra en un punto crítico tras el anuncio de la administración estadounidense sobre la destrucción de lanchas de narcotraficantes en el océano Pacífico. Esta escalada militar ha generado una fuerte reacción por parte de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, quien ha cuestionado la legitimidad de estas acciones y ha expresado su preocupación por las consecuencias humanitarias que pueden derivarse de ellas. En este contexto, también se han producido sanciones a aerolíneas mexicanas, lo que añade otra capa de tensión a las relaciones bilaterales.
La presidenta Sheinbaum, en una reciente rueda de prensa, dejó claro que su gobierno no apoya los ataques de las fuerzas estadounidenses contra embarcaciones que supuestamente transportan drogas. “Nosotros no estamos de acuerdo. Hay leyes internacionales sobre cómo debe operar un país frente a un presunto transporte de droga de manera ilegal en aguas internacionales”, afirmó desde el Palacio Nacional. Esta declaración subraya la postura de México en defensa de su soberanía y el respeto a los derechos humanos, en un momento en que el número de víctimas de estos ataques ha alcanzado cifras alarmantes.
Desde que comenzaron los ataques a principios de septiembre, casi 60 personas han perdido la vida, según informes del Pentágono. El Secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, anunció que el ejército llevó a cabo tres ataques en un solo día, lo que marca un cambio significativo en la estrategia militar estadounidense en la región. Este aumento en la frecuencia y la intensidad de los ataques ha generado preocupación en el gabinete de seguridad de Sheinbaum, quien ha optado por no criticar abiertamente al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, a pesar de la presión interna y externa.
Por otro lado, la relación entre ambos países se ha visto afectada por la reciente decisión del Departamento de Transporte de EE.UU. de recortar 13 rutas de aerolíneas mexicanas hacia su territorio. Esta medida se ha tomado en respuesta al incumplimiento de México con el acuerdo de transporte aéreo de 2015, lo que representa un golpe significativo para las aerolíneas mexicanas y una crítica directa al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, una de las obras emblemáticas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, predecesor de Sheinbaum.
El gobierno estadounidense ha manifestado su rechazo a la decisión de México de obligar a las aerolíneas de carga comercial a trasladar sus operaciones al nuevo aeropuerto, que aún presenta una baja afluencia de pasajeros. La nueva orden cancela todos los servicios combinados entre EE.UU. y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, lo que podría tener repercusiones económicas importantes para el sector aéreo mexicano.
La situación actual refleja una compleja red de relaciones diplomáticas y comerciales que se han visto afectadas por la política de seguridad de EE.UU. en la región. La administración de Trump ha intensificado sus esfuerzos para combatir el narcotráfico, pero estas acciones han sido recibidas con críticas en México, donde se considera que la soberanía nacional y el respeto a los derechos humanos deben ser prioritarios en la lucha contra el crimen organizado.
A medida que las tensiones continúan aumentando, es probable que la administración de Sheinbaum enfrente desafíos significativos tanto en el ámbito interno como en el internacional. La fragmentación de la oposición mexicana, que se ha visto debilitada frente a la hegemonía de Sheinbaum, podría complicar aún más la situación política en el país. La presidenta ha mantenido una postura firme en defensa de los intereses nacionales, pero también debe navegar por un entorno internacional cada vez más hostil.
En este contexto, es crucial que México y EE.UU. encuentren un camino hacia el diálogo y la cooperación, en lugar de permitir que las tensiones se intensifiquen. La lucha contra el narcotráfico es un desafío que requiere un enfoque conjunto y respetuoso de la soberanía de cada país. La comunidad internacional también debe estar atenta a la evolución de esta situación, ya que las decisiones tomadas en este momento podrían tener repercusiones a largo plazo en la seguridad y estabilidad de la región.
