La reciente concesión del Premio Nobel de la Paz 2025 a María Corina Machado ha resonado en todo el mundo, especialmente en Venezuela, donde su figura se ha convertido en un símbolo de resistencia y esperanza. Desde la clandestinidad, Machado ha compartido su visión sobre el futuro de su país y la necesidad de una transición pacífica hacia la democracia. En esta entrevista, la líder opositora aborda la situación actual en Venezuela, la represión del régimen de Nicolás Maduro y su relación con la comunidad internacional.
### La Lucha por la Libertad y la Justicia
María Corina Machado ha sido una voz constante en la lucha por la libertad en Venezuela. A pesar de la represión y la persecución política, su determinación no ha flaqueado. En su conversación, enfatiza que el Nobel de la Paz no solo es un reconocimiento personal, sino un llamado a la acción para todos los venezolanos. “Hemos recorrido todas las etapas. Hemos protestado de forma pacífica. Fuimos a procesos electorales, todos fraudulentos, pero en las elecciones del 28 de julio de 2024 demostramos nuestra victoria”, afirma Machado, subrayando la importancia de la participación ciudadana en la búsqueda de un cambio.
La líder opositora también critica la tibieza de algunos países en sus intentos de mediar en la crisis venezolana. “El régimen ha violado su palabra en múltiples ocasiones. Ahora estamos en un momento decisivo. Maduro tiene que entender que, con o sin negociación, el tiempo se les acabó”, advierte. Esta declaración refleja la urgencia de la situación en Venezuela, donde la violencia y la represión han marcado la pauta en los últimos años.
Machado destaca que la comunidad internacional debe actuar con firmeza. “Necesitamos que nuestros aliados actúen y que el régimen tenga una amenaza real. La información de los crímenes de Maduro y su entorno empieza a salir a flote y serán juzgados”, dice, enfatizando la necesidad de justicia para las víctimas de la dictadura.
### La Respuesta de la Comunidad Internacional
La reacción de la comunidad internacional al Nobel de la Paz otorgado a Machado ha sido variada. Mientras algunos líderes han expresado su apoyo, otros han mantenido un silencio incómodo. “¿Alguien del gobierno español se ha comunicado con usted para felicitarla por el Nobel de la Paz 2025?”, se le pregunta. La respuesta de Machado es clara: “Se han puesto en contacto con nuestro presidente electo, Edmundo González, conmigo no”. Esta falta de comunicación refleja la complejidad de las relaciones diplomáticas en un contexto tan delicado.
Edmundo González, presidente electo de Venezuela y también en el exilio, ha confirmado que miembros del gobierno español han expresado su simpatía por la concesión del Nobel a Machado. Sin embargo, la falta de un comunicado oficial por parte del gobierno de España ha generado inquietudes sobre su postura hacia la crisis venezolana. “Confío en que pronto habrá un comunicado oficial de algún tipo”, dice González, quien espera que el gobierno español tome una posición más activa en la defensa de los derechos humanos en Venezuela.
Machado, por su parte, no oculta su frustración con la actitud de algunos líderes políticos. “Lo que siento hacia España y hacia los españoles es un profundo agradecimiento, por la forma como nos han recibido a tantos compatriotas. Pero hay algunos silencios que duelen”, comenta, refiriéndose a la falta de condena a las violaciones de derechos humanos por parte del régimen de Maduro.
La líder opositora también se enfrenta a críticas desde la izquierda española, que la acusa de golpismo. Sin embargo, ella responde con firmeza: “Cuando la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dice que en Venezuela hay terrorismo de Estado, queda claro que quien no denuncia este horror es porque tiene otros intereses”. Esta declaración pone de manifiesto la polarización política en torno a la crisis venezolana y la necesidad de un enfoque más unificado en la lucha por la democracia.
La situación en Venezuela es crítica, y la comunidad internacional tiene un papel crucial que desempeñar. La lucha de María Corina Machado es un recordatorio de que la esperanza y la resistencia son fundamentales en la búsqueda de un futuro mejor para su país. A medida que se acerca la ceremonia del Nobel de la Paz en Oslo, la atención del mundo se centrará en Venezuela y en la figura de Machado, quien representa la lucha de millones de venezolanos por la libertad y la justicia.