El Sindicato Médico de Ceuta (SMC) ha emitido un contundente comunicado en el que se une a la Organización Médica Colegial (OMC) y a diversas entidades médicas internacionales para denunciar la grave situación humanitaria que enfrenta la población civil en Gaza. En un contexto marcado por la violencia y la destrucción, el SMC ha hecho un llamado urgente para garantizar corredores humanitarios, así como el suministro de alimentos y medicinas, y ha exigido el respeto absoluto a la neutralidad médica.
La situación en Gaza es alarmante. Según el comunicado del SMC, los habitantes de esta región están obligados a sobrevivir en condiciones extremas, atrapados entre la violencia constante y el hambre, que se ha convertido en un arma silenciosa. Los hospitales y centros de salud, que deberían ser refugios de cuidado y sanación, han sido devastados, convirtiéndose en escenarios de muerte y desesperación. La medicina, en este contexto, se ejerce entre ruinas y el sonido de los bombardeos, lo que plantea un desafío sin precedentes para los profesionales de la salud que intentan brindar atención en medio del caos.
### La Realidad de los Profesionales de la Salud en Gaza
El SMC ha destacado la valentía y el esfuerzo sobrehumano de los médicos en Gaza, quienes, a pesar de las adversidades, continúan atendiendo a los heridos en hospitales destruidos y cuidando a niños desnutridos. Sin embargo, estos profesionales se enfrentan a una realidad desgarradora: la falta de recursos, medicinas y alimentos. El comunicado enfatiza que el hambre no debe ser utilizado como un arma de guerra, y que los profesionales de la salud no pueden ser considerados objetivos militares.
La OMC ha alertado sobre el uso deliberado del hambre como un medio para someter a la población, condenando a miles de niños a la desnutrición y a secuelas físicas y psicológicas irreversibles. La violencia no solo afecta a los civiles, sino que también ha convertido a los médicos y al personal sanitario en objetivos directos de ataque. Más de un millar de profesionales han sido asesinados mientras cumplían con su deber de salvar vidas, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de quienes trabajan en el sector salud en Gaza.
El SMC ha recordado que la profesión médica debe ser un bastión de humanidad, y que no puede haber justificación política, religiosa o filosófica que supere la dignidad humana. En este sentido, el presidente de la OMC, Tomás Cobo, ha señalado que la situación en Gaza desafía los principios fundamentales de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que busca proteger a la población civil de la violencia indiscriminada y la destrucción de los sistemas de salud.
### La Llamada a la Acción
El SMC ha reafirmado su compromiso de alzar la voz en defensa de la vida y la dignidad humana, instando a la comunidad internacional a actuar con urgencia. La vicepresidenta de la OMC, Rosa Arroyo, ha enfatizado que el silencio ante esta crisis es igualmente mortal. La comunidad médica no puede permanecer inactiva ante la aniquilación planificada de la salud en Gaza. Levantar la voz en este contexto es un acto de humanidad y resistencia ética.
El Sindicato Médico de Ceuta ha hecho un llamado a la acción, exigiendo la creación de corredores humanitarios que permitan el acceso de alimentos y medicinas a la población afectada. La neutralidad médica debe ser un principio irrenunciable para cualquier sociedad que aspire a proteger la vida. La situación actual en Gaza es un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida humana en tiempos de guerra y de la necesidad de un compromiso colectivo para garantizar la salud y el bienestar de todos.
La crisis humanitaria en Gaza no solo es un problema local, sino que tiene repercusiones globales. La comunidad internacional debe unirse para abordar esta situación, asegurando que se respeten los derechos humanos y se proteja a los más vulnerables. La medicina, incluso en los escenarios más oscuros de la guerra, debe tener como razón de ser la defensa de la vida y la dignidad humana. La voz del SMC es un llamado a la acción, un recordatorio de que la salud es un derecho fundamental que debe ser protegido en todo momento.