El polígono del Tarajal, una vez considerado un motor económico en Ceuta, se encuentra en una situación crítica. Este espacio industrial, que durante años fue un centro de actividad y prosperidad, ahora lucha por sobrevivir en medio de la desidia y el abandono. La falta de servicios básicos, la acumulación de basura y escombros, y la inseguridad han llevado a los empresarios a expresar su frustración y desesperación ante la situación actual.
La crisis del polígono del Tarajal no es un fenómeno reciente. Desde el cierre de la frontera con Marruecos en marzo de 2020, debido a la pandemia de COVID-19, la actividad económica en esta zona ha disminuido drásticamente. Las naves que antes estaban llenas de vida y comercio ahora se encuentran en su mayoría vacías, y solo unas pocas empresas han logrado mantenerse a flote. La situación se ha vuelto insostenible, y los empresarios que aún operan en el polígono se sienten abandonados por las autoridades locales.
La última propuesta del Gobierno de Ceuta para revitalizar el polígono fue la creación de un consorcio público-privado, anunciada por la consejera Kissy Chandiramani en un pleno. Sin embargo, esta promesa ha quedado en el aire, y los empresarios continúan enfrentando una serie de problemas que afectan su capacidad para operar. La falta de limpieza es uno de los principales reclamos. Las calles del polígono están llenas de basura, escombros y otros desechos, lo que crea un ambiente poco propicio para los negocios. Además, la inseguridad ha aumentado, con robos y actos vandálicos que han afectado a varias naves.
Los empresarios han hecho llegar sus quejas a las autoridades, argumentando que cumplen con sus obligaciones fiscales y generan empleo en la comunidad. Sin embargo, sienten que su situación es ignorada en comparación con otros sectores de la ciudad. La falta de un plan estratégico claro para revitalizar el polígono ha llevado a una sensación de desesperanza entre los empresarios, quienes ven cómo sus esfuerzos por mantener sus negocios son constantemente socavados por la falta de apoyo institucional.
### La Realidad del Polígono: Un Espacio Abandonado
La imagen del polígono del Tarajal es desoladora. A medida que se recorre sus calles, es común encontrar vehículos calcinados, electrodomésticos desechados y montones de basura acumulada. Esta situación no solo afecta la estética del lugar, sino que también tiene un impacto directo en la salud y seguridad de quienes trabajan allí. La falta de limpieza y mantenimiento ha llevado a que el polígono se convierta en un espacio que muchos consideran tercermundista.
Los empresarios que aún operan en el polígono han intentado adaptarse a las nuevas circunstancias. Algunos han buscado reinventarse, ofreciendo productos y servicios que no se pueden encontrar en otros lugares de Ceuta. Sin embargo, la falta de apoyo y la creciente inseguridad han hecho que esta tarea sea cada vez más difícil. Las cartas dirigidas a la delegada del Gobierno, Cristina Pérez, han sido una forma de expresar su vulnerabilidad ante la situación actual, pero hasta ahora, las respuestas han sido escasas.
La inseguridad es un tema recurrente entre los empresarios. Han reportado robos y actos de vandalismo, lo que ha llevado a una sensación de desprotección. La falta de vigilancia y seguridad en el polígono ha hecho que muchos se sientan desamparados, lo que a su vez afecta su capacidad para atraer clientes y mantener sus negocios a flote. La situación se complica aún más con la llegada de menores marroquíes a Ceuta, quienes han sido alojados en algunas de las naves del polígono, lo que añade una capa adicional de complejidad a la ya difícil situación.
### Promesas Incumplidas y la Búsqueda de Soluciones
A pesar de las promesas de un plan estratégico para revitalizar el polígono, los resultados han sido decepcionantes. En un pleno de noviembre de 2024, se acordó la creación de una mesa de trabajo para estudiar cómo revitalizar el polígono, pero hasta la fecha, no se han visto resultados concretos. Los empresarios continúan esperando acciones que les permitan mejorar su situación, pero la falta de un plan claro y efectivo ha llevado a una creciente frustración.
La acumulación de escombros y basura en el polígono es un reflejo de la falta de atención por parte de las autoridades. A pesar de que se argumenta que se trata de una zona privada, los empresarios sostienen que la situación actual es insostenible y que se requiere una intervención urgente. La falta de un plan de choque para abordar estos problemas ha llevado a que muchos se pregunten si las autoridades realmente están comprometidas con la revitalización del polígono.
Mientras tanto, las pocas naves que aún operan en el polígono continúan generando empleo y actividad económica, pero lo hacen en un entorno que no favorece su crecimiento. La falta de servicios básicos, la inseguridad y la acumulación de basura son solo algunos de los desafíos que enfrentan a diario. La situación del polígono del Tarajal es un claro ejemplo de cómo la falta de atención y apoyo institucional puede llevar a un espacio que alguna vez fue próspero a una crisis profunda y prolongada. Los empresarios esperan que, a través de la presión y la visibilidad, se logren cambios que permitan recuperar la vitalidad de este importante espacio económico en Ceuta.