La vida contemplativa ha sido un tema de interés y debate en la sociedad actual, especialmente cuando se trata de jóvenes que sienten la llamada a convertirse en monjas de clausura. La película ‘Los Domingos’, dirigida por Alauda Ruiz de Azúa, aborda este delicado tema a través de la historia de una adolescente de 17 años que decide ingresar a un monasterio, generando un conflicto significativo en su familia. Este relato no solo es una ficción cinematográfica, sino que refleja una realidad que muchas familias enfrentan al recibir la noticia de una vocación religiosa.
### La Reacción Familiar ante la Vocación Religiosa
Cuando un joven expresa su deseo de dedicarse a la vida religiosa, las reacciones familiares pueden variar enormemente. En muchas ocasiones, la noticia es recibida con sorpresa, confusión e incluso rechazo. Esto es especialmente cierto cuando se trata de una vocación a la clausura, que implica un alejamiento significativo del mundo exterior y de las relaciones familiares. La directora Alauda Ruiz de Azúa, al investigar para su película, descubrió que muchas familias, incluso aquellas con una fe sólida, experimentan un proceso de duelo y adaptación ante la decisión de un hijo o hija de entrar en un convento.
Por ejemplo, Marta, una joven benedictina, compartió que cuando anunció su decisión a sus padres, ellos se mostraron inicialmente en shock, aunque eventualmente le brindaron su apoyo. Este tipo de reacciones no son inusuales; muchas familias pasan por un proceso de aceptación que puede incluir dudas y malentendidos. La historia de Marta contrasta con la de María, quien, al revelar su deseo de ingresar en un monasterio, encontró resistencia por parte de su madre, quien lo interpretó como un ataque personal. Estas experiencias muestran que, aunque la fe puede ser un pilar en la vida de muchas familias, la decisión de un hijo de dedicarse a la vida religiosa puede ser un desafío emocional.
### La Vida Contemplativa en el Siglo XXI
A pesar de los desafíos que enfrentan, las vocaciones a la vida contemplativa siguen existiendo y, en algunos casos, están en aumento. En España, el número de monasterios activos se mantiene alto, con más de 700 cenobios y una gran mayoría de monjas en clausura. Aunque la edad media de las monjas es elevada, hay congregaciones que han visto un aumento en el interés de jóvenes por la vida religiosa. Por ejemplo, la comunidad Iesu Communio, que tiene una clausura menos estricta, ha atraído a un número significativo de chicas jóvenes que buscan una vida de fe.
Las congregaciones han comenzado a adaptarse a los tiempos modernos, abriendo sus puertas tanto física como virtualmente. Esto ha permitido a las jóvenes interesadas en la vida contemplativa conocer más sobre la vida en el convento sin la necesidad de un compromiso inmediato. Iniciativas como retiros y jornadas de puertas abiertas han facilitado que las jóvenes exploren su vocación en un ambiente acogedor y comprensivo. Marta, por ejemplo, utiliza las redes sociales para compartir su experiencia y ofrecer un vistazo a la vida en el convento, lo que ha resonado con muchas personas que buscan respuestas a sus propias inquietudes espirituales.
La historia de Ainara, la protagonista de ‘Los Domingos’, refleja la valentía de las jóvenes que deciden seguir su llamado, a pesar de la incomprensión que pueden enfrentar. La película no solo narra un viaje personal, sino que también invita a la reflexión sobre el significado de la vocación en un mundo que a menudo prioriza el éxito material sobre el espiritual. La frase de san Benito, “Nada anteponer al amor de Cristo”, resuena con fuerza en este contexto, recordando que la búsqueda de la fe puede ser un camino lleno de desafíos, pero también de gratificación profunda.
La vida contemplativa, aunque a menudo vista como una elección radical, sigue siendo una opción válida y deseada por muchas jóvenes en la actualidad. La historia de cada vocación es única y refleja la diversidad de experiencias y emociones que acompañan a quienes deciden dar este paso. A medida que la sociedad evoluciona, también lo hacen las formas en que se vive y se comparte la fe, lo que abre nuevas posibilidades para las generaciones futuras que buscan un propósito más allá de lo material.
