La reciente presentación del informe titulado ‘La incidencia en la economía española de las subidas arancelarias. Índice de barreras comerciales 2025’ ha puesto de manifiesto las posibles repercusiones que las políticas arancelarias de Estados Unidos podrían tener sobre la economía española en los próximos años. Según el Instituto de Estudios Económicos (IEE), se estima que estas medidas podrían restar entre una y dos décimas al crecimiento del PIB español en 2025, y hasta cuatro décimas en 2026. Aunque la exposición directa de España al mercado estadounidense es relativamente baja, el efecto indirecto podría ser significativo, especialmente si las tensiones comerciales se intensifican.
Durante la presentación del informe, Íñigo Fernández de Mesa, presidente del IEE, y Gregorio Izquierdo, director general, junto con la catedrática de Economía Aplicada de la Universidad Complutense, María Concepción Latorre, destacaron que los efectos más relevantes podrían surgir a través del menor crecimiento de la Unión Europea en su conjunto. Se estima que la UE podría perder alrededor de tres décimas de PIB en 2025 debido a la política arancelaria de Washington, cifra que podría aumentar si la situación se agrava.
A pesar de que las exportaciones españolas a Estados Unidos representan solo el 1,2 % del PIB, en comparación con el 2,9 % del promedio comunitario, los expertos advierten que los efectos se sentirán más a medio y largo plazo. La inversión directa estadounidense en España, que representa cerca del 15 % del total, ya muestra signos de contracción, influenciada por la apreciación del euro y la creciente incertidumbre internacional.
### Sectores Vulnerables y Estrategias de Adaptación
El informe identifica varios sectores que podrían verse más afectados por las subidas arancelarias, especialmente aquellos que están profundamente integrados en las cadenas de valor transatlánticas. Entre estos sectores se encuentran la industria farmacéutica, la metalurgia, la química, la auxiliar de la construcción y la fabricación de maquinaria y bienes de equipo. Estos sectores podrían experimentar una reducción en sus márgenes debido al aumento de costes, lo que podría llevar a un incremento en los precios finales de los productos.
María Concepción Latorre subrayó que el comercio exterior español se encuentra en un periodo de ajuste, donde muchas empresas están optando por redirigir sus exportaciones hacia otros mercados para compensar la caída de ventas hacia Estados Unidos. Esta situación presenta tanto desafíos como oportunidades. Por un lado, los aranceles pueden ser vistos como un obstáculo, pero también ofrecen a Europa la oportunidad de avanzar en la integración de su mercado único. Latorre argumentó que eliminar las barreras regulatorias internas entre los Estados miembros podría impulsar un crecimiento mucho mayor que el perjuicio causado por los aranceles.
El IEE también enfatiza la importancia de analizar la situación desde una doble perspectiva: la directa, relacionada con el comercio bilateral con Estados Unidos, y la indirecta, que considera el impacto sobre la economía europea. Las decisiones que tome Bruselas en materia de política comercial serán cruciales para mitigar los efectos negativos de las subidas arancelarias.
### Respuesta Europea y Nuevas Oportunidades Comerciales
El informe sugiere que la respuesta de la Unión Europea no debe limitarse a la implementación de aranceles de reequilibrio. En cambio, se propone canalizar los ingresos generados por estos gravámenes hacia medidas que apoyen y mejoren la competitividad de los sectores más afectados. Una de las recomendaciones es la creación de un fondo europeo de ayuda para estos sectores, así como la priorización de la firma y ratificación de nuevos acuerdos comerciales, como el de Mercosur, con el objetivo de diversificar mercados y reducir la dependencia de Estados Unidos.
A nivel empresarial, se prevé que muchas compañías reconfiguren sus cadenas de valor, trasladando etapas de producción a países con menor presión arancelaria o reforzando su presencia en mercados alternativos. Sin embargo, el IEE advierte que la sostenibilidad de las exportaciones dependerá de la capacidad de las empresas para incrementar su valor añadido y reducir costes a través de la innovación y la mejora de la productividad.
El informe también incluye el Índice de Barreras Comerciales 2025, elaborado por la Fundación Tholos, que compara 122 países que representan el 97 % del PIB mundial y mide el grado de proteccionismo existente en cada uno. Entre los países de la OCDE con mayores restricciones comerciales se encuentran Turquía, Corea del Sur, Hungría, Polonia y Estados Unidos, mientras que Israel, Canadá, Nueva Zelanda, Japón y Australia son considerados los más abiertos.
A pesar de los desafíos que presenta el contexto actual, España se mantiene entre las economías más abiertas del mundo, con un nivel de barreras comerciales un 6 % inferior al promedio de la OCDE y un 9 % menor al de la Unión Europea. Esta posición de fortaleza debe ser aprovechada para fortalecer la competitividad, impulsar la diversificación exterior y consolidar el papel de España en el mercado global frente al avance del proteccionismo.
En resumen, el informe del IEE subraya la necesidad de una respuesta coordinada y estratégica por parte de la Unión Europea y de las empresas españolas para enfrentar los retos que presentan las subidas arancelarias. La adaptación y la innovación serán clave para mitigar los efectos negativos y aprovechar las oportunidades que surgen en un entorno comercial en constante cambio.
