La reciente derrota electoral del kirchnerismo en Argentina ha puesto de manifiesto una crisis interna sin precedentes dentro del movimiento peronista. La noche del domingo, los resultados de las elecciones legislativas sorprendieron a muchos, especialmente a los líderes del kirchnerismo, quienes habían proyectado un triunfo en Buenos Aires. Sin embargo, el anuncio de la victoria del partido del presidente Javier Milei, La Libertad Avanza (LLA), dejó al kirchnerismo en una situación de desconcierto y desilusión.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, anunció con entusiasmo la victoria de LLA, lo que marcó el inicio de una serie de críticas internas en el kirchnerismo. En menos de dos meses, el partido había perdido 14 puntos en las encuestas, lo que evidenció una división creciente dentro de sus filas. En el nuevo Congreso, el kirchnerismo logró 44 escaños, mientras que LLA se hizo con 46, lo que significa que el oficialismo se convertirá en la primera fuerza parlamentaria a partir del 10 de diciembre.
### La Lucha de Poder Interna en el Kirchnerismo
La derrota electoral ha desatado una lucha de poder entre Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof. Desde hace meses, ambos líderes han tenido desacuerdos sobre la estrategia electoral, especialmente en lo que respecta al desdoblamiento de las elecciones. Kicillof defendía la separación de los comicios locales y nacionales, mientras que Cristina sostenía que esta decisión podría perjudicar al partido. Tras los resultados, Kicillof intentó justificar su postura, pero muchos dentro del kirchnerismo no le perdonan el resultado.
La tensión se hizo evidente durante el mitin del partido Fuerza Patria, donde Kicillof, visiblemente afectado, fue objeto de una mirada despectiva por parte de Máximo Kirchner, hijo de Cristina. Este gesto, que pasó desapercibido para muchos, simboliza la creciente fractura dentro del movimiento. La falta de apoyo hacia Kicillof se ha intensificado, especialmente considerando que su rival, Diego Santilli, fue un candidato designado a última hora y aún así logró superar al kirchnerismo en Buenos Aires.
La situación se complica aún más para el kirchnerismo, ya que la participación electoral fue la más baja desde 1983, con solo un 67% del padrón acudiendo a las urnas. Este desencanto con la política refleja un cambio en la percepción pública hacia el kirchnerismo, que ha sido históricamente un bastión en la provincia de Buenos Aires. La campaña de Milei, que apeló al miedo a un regreso del kirchnerismo, parece haber resonado entre los votantes, lo que ha llevado a muchos a optar por la alternativa oficialista.
### Reacciones y Consecuencias Post-Electorales
La reacción de Cristina Kirchner tras la derrota también ha generado controversia. A pesar de la situación adversa, la exmandataria fue vista bailando desde su balcón, un gesto que fue interpretado como insensible por parte de muchos de sus seguidores. Este acto, en un momento de crisis, ha alimentado el descontento entre la militancia, que esperaba una respuesta más seria y reflexiva ante la derrota.
La conmemoración del aniversario de la muerte de Néstor Kirchner, que normalmente es un evento significativo para el kirchnerismo, pasó desapercibido este año, lo que subraya la falta de ánimo dentro del movimiento. Además, la posibilidad de que algunos legisladores del kirchnerismo abandonen sus escaños en el Congreso ha comenzado a circular, lo que podría agravar aún más la situación del partido. La presión interna y la falta de liderazgo claro podrían llevar a una fragmentación aún mayor del kirchnerismo en los próximos meses.
El ministro de Economía de Milei, Luis Caputo, ha señalado la delicada situación del kirchnerismo, sugiriendo que la alternativa a su gobierno no puede ser el kirchnerismo. Este comentario refleja la confianza del oficialismo en su posición actual y su intención de capitalizar la debilidad del movimiento opositor.
La crisis del kirchnerismo no solo es un reflejo de la derrota electoral, sino también de un cambio en la dinámica política argentina. La pérdida de apoyo y la fragmentación interna podrían tener repercusiones significativas en el futuro del peronismo y en la política del país en general. A medida que se acercan las nuevas elecciones, la capacidad del kirchnerismo para reorganizarse y recuperar la confianza de sus votantes será crucial para su supervivencia política.
