La reciente comparecencia de Rosa María Álvarez, presidenta de la Asociación de Víctimas de la DANA, en el Congreso de los Diputados ha puesto de relieve la angustia y el sufrimiento de quienes perdieron a sus seres queridos durante la catástrofe que azotó el País Valenciano. En un emotivo testimonio, Álvarez no solo recordó a su padre, quien falleció en la tragedia, sino que también exigió responsabilidades a los responsables políticos que, según ella, no actuaron con la diligencia necesaria ante la emergencia climática.
La DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que afectó a la región dejó un saldo trágico de 229 fallecidos, y la presidenta de la asociación no dudó en calificar la situación como un crimen. “Mi padre no tenía que haber muerto, no quería morir. Se vacunó ese día de la Covid. Mi padre no era un número, era un hombre. Un hombre que tuvo la muerte más dura que ustedes puedan imaginar. Arrastrado por el agua, por el lodo”, expresó con profunda emoción. Su intervención se enmarca dentro de una serie de comparecencias que buscan esclarecer la gestión de la crisis y la respuesta de las autoridades ante la catástrofe.
### La Comisión de Investigación y su Formato Humano
La comisión de investigación del Congreso, que se ha formado para analizar la gestión política y administrativa de la DANA, ha optado por un formato más humano y menos rígido que el habitual. En lugar de un interrogatorio formal, los comparecientes tienen la oportunidad de narrar sus experiencias durante 15 minutos, seguidos de un breve turno de preguntas. Esta decisión busca ofrecer un entorno cómodo y respetuoso para las víctimas y sus familias, permitiendo que compartan sus historias de dolor y pérdida.
Durante las sesiones, que se extenderán hasta el jueves, trece representantes de las víctimas relatarán sus vivencias. Entre ellos se encuentran personas que han perdido a seres queridos y otros que aún buscan a desaparecidos. La presidenta de la Asociación de Víctimas Mortales 29-O, Rosa María Álvarez, y su vicepresidenta, Carmina Gil Sánchez, fueron las primeras en comparecer, seguidas por otros afectados que han sufrido pérdidas devastadoras.
La elección de este formato más empático contrasta con las comisiones de investigación tradicionales, donde el enfoque suele ser más técnico y menos centrado en el impacto humano de las tragedias. Esta decisión ha sido bien recibida por los familiares de las víctimas, quienes sienten que sus voces están siendo escuchadas y que sus historias son valoradas.
### Demandas de Justicia y Responsabilidad
Rosa María Álvarez no solo ha compartido su dolor personal, sino que también ha hecho un llamado a la acción. Tras la dimisión de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat, quien ha sido objeto de críticas por su gestión durante la crisis, Álvarez ha instado a que las responsabilidades jurídicas lleguen hasta el final. “Es una victoria pequeña, pero el primer paso es ya una realidad: Mazón dimisión. Eso demuestra que gente pequeña haciendo cosas pequeñas puede conseguir cosas grandes. Pero nos queda el segundo: Mazón a prisión”, afirmó con determinación.
La presidenta de la asociación ha denunciado que la alerta que se emitió durante la DANA llegó demasiado tarde, lo que resultó en la pérdida de vidas que podrían haberse salvado. “Las mató una alerta que cuando llegó, ya habían muerto”, enfatizó, subrayando la necesidad de una revisión exhaustiva de los protocolos de emergencia y la respuesta de las autoridades ante situaciones de crisis.
La comisión de investigación no solo se centra en la gestión de la crisis, sino que también busca entender cómo se pueden prevenir tragedias similares en el futuro. La participación activa de las víctimas en este proceso es fundamental para garantizar que sus experiencias se traduzcan en cambios significativos en la política y la gestión de emergencias.
El próximo 17 de noviembre, Carlos Mazón está programado para comparecer ante la comisión, donde se espera que explique su papel en la gestión de la crisis y responda a las críticas que ha recibido. La presión sobre él y otros funcionarios es palpable, ya que las víctimas y sus familias buscan justicia y respuestas a sus preguntas.
La DANA ha dejado una marca indeleble en la memoria colectiva del País Valenciano, y la lucha de las víctimas por justicia es un recordatorio de la importancia de la rendición de cuentas en la gestión de emergencias. La historia de Rosa María Álvarez y otros afectados es un testimonio del dolor humano que subyace a las estadísticas y los informes, y su voz resuena en el Congreso como un llamado a la acción y a la responsabilidad.
