En la comarca de Los Pedroches, un grupo de productores ha encontrado en la certificación ecológica una forma de diferenciarse y asegurar su supervivencia en un entorno que, históricamente, ha sido complicado para la agricultura y la ganadería. Esta región, que hasta el siglo XVIII era un denso bosque mediterráneo, ha sido transformada por la intervención humana, dando paso a cultivos leñosos y ganadería. A pesar de las adversidades, los agricultores y ganaderos de Los Pedroches, apoyados por Ecovalia, están decididos a poner en valor no solo su modelo de producción, sino también su estilo de vida, que se entrelaza con la conservación del medio ambiente.
El paisaje de olivares y encinas no solo es un símbolo de la cultura local, sino que también actúa como un cortafuegos natural contra los incendios, contribuyendo a la preservación de la biodiversidad. Diego Granado, secretario general de Ecovalia, destaca que estos productores son los verdaderos guardianes de los ecosistemas, realizando un trabajo esencial para el bienestar de quienes viven en las ciudades. La conexión entre la producción ecológica y la sostenibilidad es evidente, y los habitantes de Los Pedroches están comprometidos con la protección de su entorno.
### Innovación en la Producción de Aceite de Oliva
Un ejemplo destacado de esta revolución ecológica es la Cooperativa Olipe, pionera en la producción de aceite de oliva ecológico en España. Fundada en 1957 por olivareros de Pozoblanco, Olipe ha estado a la vanguardia de la producción ecológica desde 1995. La cooperativa gestiona 11.500 hectáreas de olivares, de las cuales 10.000 están certificadas como ecológicas. Este compromiso con la sostenibilidad ha llevado a que 200 de sus asociados den un paso más hacia la agricultura biodinámica, un enfoque que sigue los ciclos lunares y fomenta un contacto constante con la tierra.
El aceite de oliva producido por Olipe es excepcional, con un contenido de 500 miligramos de polifenoles por kilo, más del doble de la cantidad habitual. Esta calidad se debe a las condiciones únicas del suelo, que, aunque es relativamente pobre, permite que el olivo desarrolle sus reservas de manera óptima. Jesús García Arévalo, director de la cooperativa, enfatiza que el valor medioambiental y la calidad alimentaria son elementos diferenciadores que deben ser reconocidos y remunerados adecuadamente por la sociedad. Sin embargo, advierte que la falta de apoyo financiero, especialmente en el contexto de la Política Agraria Común (PAC), podría poner en peligro la viabilidad de este tipo de agricultura.
### La Finca Las Hazas: Un Modelo de Sostenibilidad
Otro ejemplo notable en la región es la Finca Las Hazas, gestionada por los hermanos José y Andrés Picón. Esta finca se extiende a lo largo de 660 hectáreas y alberga una variedad de ganado, incluyendo vacas y ovejas, que viven en completa libertad. La filosofía de trabajo de la finca es casi completamente ecológica, lo que significa que los animales no reciben tratamientos médicos preventivos y su alimentación es ecológica, especialmente en épocas de escasez de pasto.
La Finca Las Hazas ha optado por un modelo de negocio que incluye la venta directa al consumidor, a través de carnicerías y una tienda en línea. Desde 2018, han diversificado su oferta al entrar en la transformación de productos, lanzando una filial llamada Restcargan, que produce un asado cocinado a baja temperatura. Este producto, que se vende en Carrefour, tiene una vida útil de hasta 210 días, lo que permite mantener la calidad constante y satisfacer la demanda del mercado.
Francisco Picón, responsable de calidad de Restcargan, subraya la importancia de comercializar y transformar los productos para añadir valor y hacer el negocio más rentable. La planificación y la viabilidad son esenciales para el éxito en un mercado competitivo, y la Finca Las Hazas está demostrando que es posible combinar la tradición con la innovación para crear un modelo sostenible.
### La Lucha Contra el Greenwashing
A pesar de los avances en la producción ecológica, tanto Olipe como la Finca Las Hazas enfrentan el desafío del greenwashing, una práctica que engaña a los consumidores al presentar productos como ecológicos cuando en realidad no lo son. Esta situación ha llevado a ambos productores a abogar por una mayor transparencia en el etiquetado de los productos, para que los consumidores puedan tomar decisiones informadas.
Diego Granado, de Ecovalia, ha expresado su preocupación por la falta de acción del Gobierno en la promoción de productos ecológicos, a pesar de que se había previsto un presupuesto de un millón de euros para este fin. De cara a la próxima PAC, Ecovalia propone un tratamiento diferenciado para la producción ecológica, incluyendo un IVA reducido y una garantía de compra pública del 10%, que podría ser un gran impulso para los productores andaluces.
Andalucía se posiciona como líder en producción ecológica en España, representando el 47% de las casi tres millones de hectáreas dedicadas a este tipo de agricultura en el país. Sin embargo, el gasto en productos ecológicos por parte de los consumidores aún es bajo, alcanzando solo el 3,2% del total de la cesta de la compra. A pesar de que Andalucía es la segunda comunidad en consumo de productos ecológicos, con 519 millones de euros, queda un largo camino por recorrer para que esta tendencia se convierta en una norma en la alimentación de los españoles.
La labor de los productores de Los Pedroches es fundamental no solo para la economía local, sino también para la conservación del medio ambiente. A medida que la demanda de productos ecológicos sigue creciendo, es esencial que se reconozca y valore el trabajo de aquellos que están comprometidos con prácticas sostenibles y responsables. La historia de la agricultura y ganadería en Los Pedroches es un testimonio de la capacidad de adaptación y resiliencia de los productores, que continúan luchando por un futuro más sostenible y justo para todos.
